Réquiem...
introitus El juego parece terminar. Una estrella se apaga en el interior del alma. El vaso queda medio vacío. Ya nada queda por hacer porque, precisamente, no hay nada por hacer. Uno anhela esos momentos de felicidad como si fueran proyecciones del pasado, otra vida. Su sonrisa viene a tu mente, una anécdota de lo que podría haber sido. Otros brazos no son consuelo a pesar de que realmente valgan la pena. La sensación carcome el interior de tu ser. La soledad es la única opción posible y el anhelo de que el amor puro y verdadero está al caer. Son sólo palabras, pensamientos que equiparan la balanza avasallada por la decepción. Las lágrimas no caen y esta opresión sigue carcomiendo a la esperanza. Momentos de mirar al cielo y encontrar melancolía para que finalmente el alma descanse en paz y asimile el recuerdo de lo más bello que termina. El amor funciona como un juego de azar, uno apuesta pero no está excento de perder. Me encuentro obvservando el paisaje alumbrado por la noche, admi...