La mirada Flâneur

Luego de idas y venidas uno cambia. Nuevos retos y desafíos. Uno se articula, construye su arma, cae abatido, se vuelve a levantar. Es la rueda de la vida, las circunstancias que nos superan y luego, nos superamos a nosotros mismos. El poder de voluntad, lo inimaginable ocurre. Todo cambia, este blog también.

Justos e injustos mueren por igual, las mismas causas los mismos males. ¿Donde está la poesía de una muerte honorable? De tierra somos y a la tierra vamos. La mitología de la sensación de plenitud no está atado a como nos comportamos sino a como pensamos. ¿Cómo se puede pensar en un mundo mejor si no se le ve sentido cambiarlo? Un pez nada contra la corriente y muere devorado por los osos que esperan pacientes. ¿Es este un mundo de justicia, paz, armonía? ¿Alguna vez lo fue? El que nada sabe parece tener una vida más plena. Saber, conocer, poder desentramar solo lleva a más tristeza, tristeza por no poder cambiar lo incambiable, la realidad. Y así cambiamos machos alfa por reyes y reyes por presidentes pero no podemos cambiarnos a nosotros mismos. La amarga sinfonía de la causalidad....