Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2011

Sé tu mismo...

Imagen
Siempre me gustó lo ingeniosas que las publicidades pueden ser. A pesar de que su creación está pura y exclusivamente destinada para hacer conocido un producto, y así poder aumentar sus ventas, muchas piezas publicitarias poseen un alto grado de creatividad. Curiosamente, cuando uno ve una publicidad pocas veces cree que lo que están haciendo es vendiendo un producto. Nada más ni nada menos que Marketing, posicionamiento de marca. Algunas publicidades juegan con los sentimientos, otras optan por lo artístico, otras juegan con lo poético. Sin embargo, pocas veces vi que una publicidad como la que viene a continuación, diga que está vendiendo y es puramente una apuesta comercial. Como yo lo veo es una honestidad casi brutal, una muestra de un pensamiento colectivo que impera lastimosamente en muchos de nosotros: "Las marcas importan" o en otras palabras "el consumo es importante". Al principio debo decir que me sentí escandalizado pero después comprendí. Es un pensami

El Capital...

" El dinero, que ha hecho morir a tantos cuerpos, hace morir todos los días a miles de almas" Giovanni Papini Desde que cada hombre tiene uso razón aprende los usos y costumbres del Capital. Sabe que ese papel impreso de moneda es la llave y todo lo demás está vedado en una puerta invisible e incorpórea. Por supuesto que esta puerta no es barrera para el bombardeo continúo de los mensajes publicitarios. En la sociedad en la que vivimos lo que prima es la necesidad, y necesidad entendida como la que posee un adicto a su droga, de adquirir productos. Estos productos, salvo algunos como muestras gratis o alguno de distribución libre, están celosamente condicionados por la cantidad de papeles que uno posee. Pero los productos mencionados no son sólo artículos de belleza, celulares o autos, el Capital no impera solo allí. E l agua, el alimento y hasta l os medicamentos y tratamientos médicos , cuestiones prácticas de supervivencia, también se arrodillan a los caprichos de este. L

Mañana viene hoy...

Las palabras están de más. Hechos como los que vivimos hoy en día lo dejan a uno callado. Lo llamativo de todo es que nos recuerda lo insignificante que somos. Una pequeña partícula de carne en el inmenso globo, y ni siquiera un punto a la lejanía en el vasto universo. La preocupación de como nos vestimos o de cuanto dinero vamos a ganar, no significa absolutamente nada comparado con lo que pasó en Japón. Indetenible e irrevocable, lo acontecido me hace preguntar por qué somos tan estúpidos a veces (perdón por el sincericidio). ¿De qué cosas nos preocupamos? ¿En qué gastamos nuestra energía y tiempo? ¿Cómo individuos? ¿Cómo humanidad? En muchos noticieros acoplaron junto al desastre, el impacto económico que van a tener las bolsas. Nada más contrastante que eso. Por un lado la vida real y por el otro lo ficticio, lo creado. ¿Cómo es que todo el sistema económico que levantamos nos sigue retrasando tanto? Y, lo que es peor, ¿por qué todavía no lo tiramos abajo? ¿Porque es el único sis