Los límites de tu universo: ¿En el pasado o en otro lado?
"La libertad se extiende sólo hasta los límites de nuestra conciencia".
Carl Jung,
Médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo.
Desde que somos pequeños empezamos a interactuar con lo que no podemos hacer. Metemos el dedo en el enchufe o jugamos con la pelota dentro y alguien nos dice que no podemos. Tiene que ver con el peligro, la vida en sociedad y nuestro deber ser: El límite.
Y esos límites no siempre son construidos por un tercero. A medida que vamos creciendo somos nosotros los que nos imponemos nuestros propios límites: "No puedo, eso no es para mí, no creo que pase....". Pareciera a veces que nuestra vida se resume a lo que Podemos y no Podemos hacer.
En la vida adulta nuestra vida se resume a aquello que logramos, y no necesariamente en términos personales sino también afectivos. Nuestro trabajo, las actividades que practicamos y amores se resumen a lo que tenemos y no tenemos condicionado obviamente (y de nuevo) por nuestros límites.
En la construcción del Yo "el deber ser" siempre está relacionado a nuestra concepción de como debe funcionar el universo y si lo esperado vs. lo real no está cerca dependerá de nuestra personalidad el como sobrellevarlo. El ansioso convertirá la expectativa en frustración, el pesimista en una total apatía y el optimista en energía para continuar y lograr lo que se proponga. No somos de una forma durante toda nuestra vida por lo que la personalidad puede virar de uno a otro rasgo-estado en diferentes etapas de nuestro camino.
¿Como opera esto con nuestro día a día? La expectativa compite con lo que creemos que fue el pasado y con lo que creemos que es en otro lugar. Y es bastante mezquino o desacertada la comparación ya que tenemos inhibido (otra vez el límite) la posibilidad de estar en modo presente-pasado y en presente-distintos lugares.
¿Analicemos un poco ambas situaciones les parece?
Modo Presente-Pasado
No son pocos los que piensan en la idea de que "el pasado fue siempre mejor". Establecemos que hoy hay una pérdida de la moral, perversión de los valores y que en otra época "las cosas verdaderamente eran más justas y funcionaban".
Pero cuando rápidamente le ponemos cabeza a eso nos daremos cuenta lo equivocado de la afirmación, al menos cabalmente (Adhiero a la idea de que hay cosas que pueden haber empeorado, ahora no es TODO ni al MISMO TIEMPO).
A continuación les presento un tango escrito en 1934 por Enrique Santos Discépolo. Veamos lo que sentía el compositor en la voz de Julio Sosa:
A 85 años del "Cambalache" de Discépolo podemos notar que el autor sentía la degradación del presente en relación del futuro. Para no desacreditar al autor el mismo fue compuesto en lo conocido como la "Década Infame" de Argentina (Por qué es llamada así la Década del 30´ amerita otro posteo 😆).
Woody Allen en su obra "Medianoche en París" (2011) levanta el guante respecto a esta temática y centra toda la película en esta idea del "pasado como mejor". Más alla de a lo largo del film los personajes a través de varios diálogos explicitan el tema, el director resume el concepto en una de sus escenas llamándolo "el complejo de la edad de oro" (Ojo, Spoiler más abajo si todavía no la viste).
Lo vemos:
La París del Presente VS. La París de los años 20´ VS. La París de "La Belle Epoque" no hace más que alimentar comparaciones de una misma sociedad que alimenta la nostalgia de una forma de vivir que estará conectado a cada persona y su forma de vida. Pero es indudable que este pensamiento arraigado determinará ampliamente el vaso lleno o vacio.
Presente-Distintos lugares
Así como la comparación presente-pasado está muy a flor de piel para explicar nuestra expectativa del presente, también existe una comparación del Presente en distintos lugares.
Actualmente la situación económica de nuestro país no es la mejor y con ello, al igual que en el 2001, afloran las expectativas de algunos de emigrar hacia latitudes "más prometedoras". Particularmente en el porteño (y en gran parte de mi vida me incluyo) he notado mayormente esa sensación de que "el afuera es mejor".
He tenido conversaciones en lugares donde extranjeros mencionaban fascinados las maravillas de la ciudad y/o el país y algún desganado minimiza categóricamente el piropo al país y/o lo refuerza con algún argumento relacionado en la degeneración en seguridad, educación y trabajo sin importar el lugar de procedencia de aquel extranjero. Pero esto no es excluyente al porteño, en otras latitudes también ocurre. Así como el porteño se modela en Europa, el español lo hace con el alemán, el uruguayo a veces se cree chiquito y algún brasilero mira al paulista.
Diego Capusotto relata de manera extrema esta concepción con su personaje "Luis Solari" en su programa Peter Capusotto y sus videos. Veamos si con el vídeo se refleja de lo que estamos hablando:
Conclusiones:
Los límites entre esa expectativa y la realidad difícilmente encuentren un instrumento objetivo para definir cual es "el mejor lugar". El pasado vs. presente existe porque las expectativas deben ser llenadas con algo conocido y es por ello que apelamos al pasado, para poder comparar desde la experiencia una forma universo alineada con el deber ser.
Por otra parte ¿Creemos que los nórdicos y los japoneses son modelos a seguir pero que pasa si les preguntamos a ellos?
Recuerdo la anécdota de un noruego que decía que vivir en Buenos Aires es maravilloso porque salías a la mañana y lo que habías planeado podía salir completamente al revés. En cambio la rutina en Oslo determinaba que si un tren llegaba a las 5, inevitablemente llegaba a las 5 y la rutina se tornaba aburrida. Por ende no existe manera de conocer que es lo mejor ya que "idealizamos" otros lugares como si fuese un lugar un momento nuestro lugar de felicidad.
Debemos entender que la felicidad es tal vez una construcción, una actitud y esta no sea total ni por un tiempo prolongado. Los sinsabores son también parte de la vida y lo único que podemos asegurar como individuos es hacer todo lo que está a nuestro alcance para llenar la medida de nuestras expectativas.
Parece ser que lo afirmado es cliché y hasta suena repetitivo pero luchamos contra esto y es una de las grandes constantes de nuestros tiempos ya que la vida parece centrarse en la gratificación instantánea devenida del avance tecnológico. Será cuestión de reiniciar los límites de nuestro universo para definir donde ponemos la vara.
"Hay dos formas de ser feliz: mejorar tu realidad o bajar tus expectativas"
Jodi Picoult,
Autora estadounidense
Carl Jung,
Médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo.
Desde que somos pequeños empezamos a interactuar con lo que no podemos hacer. Metemos el dedo en el enchufe o jugamos con la pelota dentro y alguien nos dice que no podemos. Tiene que ver con el peligro, la vida en sociedad y nuestro deber ser: El límite.
Y esos límites no siempre son construidos por un tercero. A medida que vamos creciendo somos nosotros los que nos imponemos nuestros propios límites: "No puedo, eso no es para mí, no creo que pase....". Pareciera a veces que nuestra vida se resume a lo que Podemos y no Podemos hacer.
En la vida adulta nuestra vida se resume a aquello que logramos, y no necesariamente en términos personales sino también afectivos. Nuestro trabajo, las actividades que practicamos y amores se resumen a lo que tenemos y no tenemos condicionado obviamente (y de nuevo) por nuestros límites.
En la construcción del Yo "el deber ser" siempre está relacionado a nuestra concepción de como debe funcionar el universo y si lo esperado vs. lo real no está cerca dependerá de nuestra personalidad el como sobrellevarlo. El ansioso convertirá la expectativa en frustración, el pesimista en una total apatía y el optimista en energía para continuar y lograr lo que se proponga. No somos de una forma durante toda nuestra vida por lo que la personalidad puede virar de uno a otro rasgo-estado en diferentes etapas de nuestro camino.
¿Como opera esto con nuestro día a día? La expectativa compite con lo que creemos que fue el pasado y con lo que creemos que es en otro lugar. Y es bastante mezquino o desacertada la comparación ya que tenemos inhibido (otra vez el límite) la posibilidad de estar en modo presente-pasado y en presente-distintos lugares.
¿Analicemos un poco ambas situaciones les parece?
Modo Presente-Pasado
No son pocos los que piensan en la idea de que "el pasado fue siempre mejor". Establecemos que hoy hay una pérdida de la moral, perversión de los valores y que en otra época "las cosas verdaderamente eran más justas y funcionaban".
Pero cuando rápidamente le ponemos cabeza a eso nos daremos cuenta lo equivocado de la afirmación, al menos cabalmente (Adhiero a la idea de que hay cosas que pueden haber empeorado, ahora no es TODO ni al MISMO TIEMPO).
A continuación les presento un tango escrito en 1934 por Enrique Santos Discépolo. Veamos lo que sentía el compositor en la voz de Julio Sosa:
A 85 años del "Cambalache" de Discépolo podemos notar que el autor sentía la degradación del presente en relación del futuro. Para no desacreditar al autor el mismo fue compuesto en lo conocido como la "Década Infame" de Argentina (Por qué es llamada así la Década del 30´ amerita otro posteo 😆).
Woody Allen en su obra "Medianoche en París" (2011) levanta el guante respecto a esta temática y centra toda la película en esta idea del "pasado como mejor". Más alla de a lo largo del film los personajes a través de varios diálogos explicitan el tema, el director resume el concepto en una de sus escenas llamándolo "el complejo de la edad de oro" (Ojo, Spoiler más abajo si todavía no la viste).
Lo vemos:
La París del Presente VS. La París de los años 20´ VS. La París de "La Belle Epoque" no hace más que alimentar comparaciones de una misma sociedad que alimenta la nostalgia de una forma de vivir que estará conectado a cada persona y su forma de vida. Pero es indudable que este pensamiento arraigado determinará ampliamente el vaso lleno o vacio.
Presente-Distintos lugares
Así como la comparación presente-pasado está muy a flor de piel para explicar nuestra expectativa del presente, también existe una comparación del Presente en distintos lugares.
Actualmente la situación económica de nuestro país no es la mejor y con ello, al igual que en el 2001, afloran las expectativas de algunos de emigrar hacia latitudes "más prometedoras". Particularmente en el porteño (y en gran parte de mi vida me incluyo) he notado mayormente esa sensación de que "el afuera es mejor".
He tenido conversaciones en lugares donde extranjeros mencionaban fascinados las maravillas de la ciudad y/o el país y algún desganado minimiza categóricamente el piropo al país y/o lo refuerza con algún argumento relacionado en la degeneración en seguridad, educación y trabajo sin importar el lugar de procedencia de aquel extranjero. Pero esto no es excluyente al porteño, en otras latitudes también ocurre. Así como el porteño se modela en Europa, el español lo hace con el alemán, el uruguayo a veces se cree chiquito y algún brasilero mira al paulista.
Diego Capusotto relata de manera extrema esta concepción con su personaje "Luis Solari" en su programa Peter Capusotto y sus videos. Veamos si con el vídeo se refleja de lo que estamos hablando:
Conclusiones:
Los límites entre esa expectativa y la realidad difícilmente encuentren un instrumento objetivo para definir cual es "el mejor lugar". El pasado vs. presente existe porque las expectativas deben ser llenadas con algo conocido y es por ello que apelamos al pasado, para poder comparar desde la experiencia una forma universo alineada con el deber ser.
Por otra parte ¿Creemos que los nórdicos y los japoneses son modelos a seguir pero que pasa si les preguntamos a ellos?Recuerdo la anécdota de un noruego que decía que vivir en Buenos Aires es maravilloso porque salías a la mañana y lo que habías planeado podía salir completamente al revés. En cambio la rutina en Oslo determinaba que si un tren llegaba a las 5, inevitablemente llegaba a las 5 y la rutina se tornaba aburrida. Por ende no existe manera de conocer que es lo mejor ya que "idealizamos" otros lugares como si fuese un lugar un momento nuestro lugar de felicidad.
Debemos entender que la felicidad es tal vez una construcción, una actitud y esta no sea total ni por un tiempo prolongado. Los sinsabores son también parte de la vida y lo único que podemos asegurar como individuos es hacer todo lo que está a nuestro alcance para llenar la medida de nuestras expectativas.
Parece ser que lo afirmado es cliché y hasta suena repetitivo pero luchamos contra esto y es una de las grandes constantes de nuestros tiempos ya que la vida parece centrarse en la gratificación instantánea devenida del avance tecnológico. Será cuestión de reiniciar los límites de nuestro universo para definir donde ponemos la vara.
"Hay dos formas de ser feliz: mejorar tu realidad o bajar tus expectativas"
Jodi Picoult,
Autora estadounidense
Interesantes planteos.
ResponderEliminarHay algunos límites que hay que aceptar, por la propia supervivencia. Como no meter los dedos en los enchufes. Porque además se pone en propio riesgo, la oportunidad de superar límites.
La superación, que consiste en romper límites, implica ponerse algunas restricciones. Alguien que quiere corre más rápido, practicar una disciplina atlética, tal vez tenga que limitarse en algunos alimentos, evitar algunas salidas nocturnas.. Y dedicar mucho tiempo a entrenar.
Y si quiero ser un dibujante de historietas, tendré que dedicarle a tiempo a algunas prácticas que me hacen renegar.
Incluso para escribir este comentario, algo que quiero hacer, no estoy viendo un video.
Es curioso que ese planteo de Medianoche en París, no sea planteado por el protagonista, con quien el espectador tiende a identificarse, que suceda eso es el objetivo de la película. Sino por su odiosa novia y otro personaje también odioso.
La pérdida de la moralina, la palabra es intencional, puede ser una buena noticia. Que en algo se evolucionó.
Interesante.
Gracias Demiurgo por el comentario. Te leo en el ejemplo del deportista y pienso en la idea de que "hay que ponerse limites para romper los propios limites" u otra mas peculiar "para romper los limites hay que conocerlos".
EliminarGracias por el aporte!
La vida es siempre el presente que avanza desde el pretérito, paso a paso. En realidad se vive exclusivamente el hoy, el ahora mismo, en una proyección temporal que funde ayer y mañana. Es cierto que "construímos" hacia el futuro pero éste se difumina porque nuestros pasos lo dejan atrás antes de ser conscientes del avance.
ResponderEliminarSaludos.
Y sin embargo muchos vivimos atracados en el pasado y otros obsesionados con el futuro. Curioso no? Saludos
EliminarExcelente entrada, mi viejo. Da para pensar mucho.
ResponderEliminarEl tema del pasado tiene una trampa, uno ya sabe por dónde estuvieron los "buenos" momentos históricos, artísticos, los grandes movimientos. Es como cuando uno va a leer algún clásico, ya tiene una idea, ya cuentan con una buena crítica y nos predispone mejor. Pero leer a un escritor contemporáneo en su ópera prima es mucho más difícil acertar.
Acerca de los otros lugares en el presente, el amigo Luis Solari es un crack. Mi pregunta acerca del personaje es... y teniendo en cuenta que se mueve y canta igual que el Indio pero tiene el nombre de pila de spinetta... ¿por qué la gente y los medios hegemónicos le critican al Indio ir a pasear por New York? Lo debatimos
Aguante Woody, Discepolín, Peter Capusotto y Segismundo...Jung era un necio!
Abrazo Matadón!
Yo creo en relación al Indio que lo que molesta es la contradicción de ser "popular" y "under" y moverse en Nueva York que da más para clase acomodada. Alguna vez lo conversamos esto. Ahora no sé si el personaje se refleja en el indio como si este pormenorizara la cultura argentina (Ha dado pruebas de que no piensa así). A mí me viene, si apelo a mi parte prejuiciosa a la clase media porteña. Ej futbolero: Piedrazos al micro de boca. Nuestra sociedad está mal y es un desaste. Las cosas no cambian más etc. etc. 3 meses después nos olvidamos y ya pasó hasta el nuevo hecho que repite el circulo vicioso. Muy amplio.
EliminarPS: Que problema tenés con Carl Gustav? Le vas a Lacan?
Ahí te ves!