Retorno a la "Operación Masacre"

Hoy se cumplen 63 años de una noche fría de la localidad de San Martín, donde el país distaba mucho del que conocemos hoy.
La verdad sobre lo que ocurrió esa noche nos llegó por la valentía, convicción y coraje de un periodista que fue en busca de la verdad, aún a expensas de su propia vida; y de un "fusilado que vive" que se atrevió a relatar el horror y las acciones de hombres que decían que venían a traer la paz, el orden y la prosperidad del país.

Te invito a recorrer una vez más los pasos de Walsh y esos hombres que fueron fusilados en un basural perdido de José Léon Suárez. Te invito, junto a Frodo a retornar una vez más a la Operación Masacre. 

El contexto

Imagen de Pedro Eugenio Aramburu
Imagen tomada de https://www.laguia2000.com
Era junio de 1956 y corrían nueve meses de la autodenominada "Revolución Libertadora". El primer presidente defacto, Leonardi había sido reemplazado a tan sólo 2 meses después de derrocar a Perón por no ser lo suficientemente firme contra el peronismo. Lo reemplazó el general Pedro Eugenio Aramburu quien rápidamente ejecutó una política férrea con el objetivo de "desperonizar" al país. Se intervinieron organizaciones y sindicatos, se encarcelaron dirigentes y seguidores de Perón, se prohibieron símbolos y se cambiaron nombres de calles. Hasta se prohibió mencionar por su nombre al líder justicialista tratándolo de "ex presidente" o "dictador depuesto".



Sin embargo, la resistencia peronista parecía mantenerse activa. La respuesta fue el boicot a empresas públicas y privadas y la colocación de bombas en organismos públicos.

La eliminación de las filas del ejército de los sectores nacionalistas que habían formado parte central del gobierno de Lonardi llevó a muchos de ellos a intentar derrocar a Aramburu. El grupo que llegó más lejos fue el organizado por los generales Juan José Valle y Raúl Tanco.

El gobierno defacto estaba enterado del día en que Valle y sus aliados se levantarían en su contra pero decidieron no abortarla previamente. En la noche del 8 de junio, fueron apresados cientos de dirigentes gremiales para restar base social al movimiento. El presidente Eugenio Aramburu, antes de un viaje a Santa Fé, dejó firmado el Decreto 10.362 de Ley Marcial y preparados los Decretos 10.363/56 de pena de muerte, y el 10.364 de las personas a fusilar. Los decretos eran correlativos y se publicaron así en el Boletín Oficial con posterioridad.

La sublevación estaba planeada para comenzar a las 23 horas del sábado 9 de junio. A esa hora comenzaba una popular jornada de boxeo en el Luna Park transmitido por radio a todo el país. Las órdenes para los sublevados era escuchar la pelea por el título sudamericano entre Eduardo Lausse y el chileno Humberto Loayza y oír la proclama revolucionaria para actuar. Pero la insurrección falló antes de iniciarse, porque media hora antes los encargados de interferir la transmisión por radio en Avellaneda fueron detenidos.

¿Pero como se llega a los fusilados de Suárez? Se tenía la información de que en algún lugar del partido de San Martín se encontraba el general Tanco. Así fue que las fuerzas represoras irrumpieron en una casa ubicada en la calle Hipólito Yrigoyen 4519, de la localidad de Florida, en la zona norte de Gran Buenos Aires.

Casa de Florida

El dueño de casa era Horacio di Chiano que habitaba el departamento delantero y le alquilaba a Juan Torres el departamento del fondo.

A la hora señalada para el levantamiento había diez hombres: Juan Torres, Carlos Lizaso, Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Vicente Rodríguez, Mario Brión, Horacio Di Chiano, Norberto Gavino, Rogelio Díaz y Juan Carlos Livraga que sólo había ido a oír la pelea.​

La policía se llevó detenidos a todos los mencionados, menos Torres que logró escapar. También detuvieron a Miguel Ángel Giunta, que se encontraba en la casa vecina y que no tenía ninguna conexión con la Resistencia Peronista.

El día comenzó bien temprano, a las 7.00 hs. de la mañana.Tomo mi mochila y encaro para la parada de colectivo. El bondi 113 me deja en el extremo noroeste de la ciudad, a pocas cuadras de Puente Saavedra. Allí ya me espera Frodo que también con mochila se muestra preparado para el camino que íbamos a emprender. Entramos en un chino, compramos provisiones (botella de agua y galletitas principalmente) y nos encaminamos para la estación Aristóbulo del Valle de la línea Belgrano Norte.

Frodo me adelanta lo curioso de dicha estación. Lo cierto es que esta parecía eternamente en construcción. El pasillo hacia los molinetes está delimitado por altas paredes de madera. Ya en la boletería, nos dispusimos a sacar boleto. Me siento un poco desorientado. La gente marcaba su destino en una ventanilla con rejas blancas y un dispositivo de la tarjeta sube. Es mi turno, apoyo mi tarjeta pero una voz seca y cortante me sobresalta con la pregunta: ¡¿Destino!? Frodo contesta por mí: "Florida". Apoyo la tarjeta y nos dirigimos al andén. Esperamos unos 5 minutos hasta que llega el tren.

Bajamos de la estación y nos dirigimos hacia la casa de di Chiano. Entramos a caminar por la avenida Irigoyen. El barrio, de casa bajas y avenidas angostas se mostraba tranquilo, apacible, como si ya hubiese olvidado las masacres y las marcas del pasado. Pasan pocos autos en esta mañana. Un hombre limpia su vehículo ignorando completamente lo que el lugar vivió tiempo atrás. Otro lee el diario y una mujer pasea a su perro. La historia se encuentra debajo, escondida en la memoria de las ciudades. Sólo es cuestión de levantar la piedra y ver que hay debajo.

Llegamos, Hipolito Irigoyen esquina B. Franklin. Una cuadra silenciosa como cualquier otra. Cerca estaban la casa de Vicente Rodriguez y Mario Brion. Dudando de la casa exacta empezamos a intuir de cuál se trataba. Nuestra apuesta era una que alojaba una empresa de seguridad. Semi escondido, me pongo a sacarle fotos. En la puerta hay un camión de caudales. No quería que pensaran que estaba haciendo trabajo de inteligencia y explicar que estábamos solo allí para ver de cerca el lugar de un hecho de hace más de 60 años hubiera sido tragicómico (Más trágico que cómico).

Terminamos de fotografiar la casa y como era la hora de la merienda nos disponemos a buscar un lugar para tomar un café con tostado y medialunas. Caminamos hacia la esquina y encaramos al único local del barrio que parecía un restaurante. Dentro hay 4 personas sentadas en la misma mesa. Nos damos cuenta que era el dueño de la parrilla y su familia que amablemente nos informar que el local estaba cerrado. Como última oportunidad nos pregunta que queremos pero al saberlo nos vuelve a despedir con una mirada amable y una sonrisa.

Volvemos caminando para ir a la siguiente parada. Nunca nos quedamos con la certeza de que aquella casa fuera la de di Chiano. Frodo había estado una vez allí y recordaba una placa recordatoria. A la primera supusimos que los nuevos dueños la habían sacado hasta que de repente escucho un alarido de mi compañeo de aventuras: ¡Ahí está! ¡Es esa! !Nos habíamos equivocado!. La placa se veía reluciente a pesar de que estábamos a 30 metros de ella. Era como encontrar petróleo. Saltábamos y festejábamos como dos niños que ganaron un premio. Nos acercamos a la entrada del lugar y era inconfundible. Además de la placa, la doble casa (delantera trasera) nos confirmaban que allí habia sido el lugar de donde se llevaron a los fusilados.

Ida a la Comisaría Primera

A las 0:32 del 10 de junio, el gobierno estableció la Ley Marcial por el decreto de Aramburu. Cualquiera que interrumpiera con el orden debería ser ejecutado.

Los diez detenidos son llevados con un trato brutal a la Unidad Regional San Martín. Poco después trayeron a la comisaría otros dos detenidos: Julio Troxler y Reinaldo Benavidez que había ido a la casa de Hipólito Yrigoyen y fue detenido por los policías que habían quedado ahí esperando que cayeran otros militantes.

Rodríguez Moreno, jefe de unidad, recibió la orden por teléfono después de las 2:30 de la madrugada, momento en que la sublevación había sido controlada, de fusilar a los detenidos. Para esa hora ya se había ejecutado a los seis integrantes de los apresados en Avellaneda.

La intención del jefe era de fusilarlos en el Liceo Militar de San Martín, ubicado a unos pocos kilómetros de allí pero no recibe colaboración de las autoridades del liceo.

Volvió a la comisaría cerca de las cinco de la mañana y trató de confirmar la orden llamando nuevamente a teniente coronel Fernández Suárez, quién ratificó la orden y exigió que lo haga de inmediato en cualquier lugar.
La comisaría, al igual que cualquier otra de la Policía Bonaerense, tiene ploteado "Policia de la Provincia" y un móvil estacionado en la puerta. Divisamos dos pisos. Un oficial, sonriendo le dice algo a los que estaban adentro. Se vuelve a meter. La zona sigue siendo residencial, casas bajas, rejas y jardines. A una cuadra se encuentra la Avenida Balbín, una de las principales de la zona.


Por la puerta de la comisaría, dos adolescentes pasan en bicicleta. Aceleran y se pierden de nuestra mirada cuando doblan en la esquina.

Salida al "basural"

Los 12 hombres fueron colocados en un camión celular y custodiados por quince policías. En un auto acompañaron al camión en un auto Rodríguez Moreno, su segundo el Comisario Cuello y el oficial Cáceres. Tomaron la ruta 8. Se detuvieron en un punto e hicieron bajar a los detenidos, pero los policías pensaron que el lugar no es adecuado porque se encontraba iluminado y continuaron trescientos metros más hacia el basural.

Desde la comisaría, encaramos con Frodo para donde se realizó la masacre. Vemos pasar concesionarias de autos, heladerías. Niños caminan con sus madres. Algunas parejas salen con las bolsas del supermercado luego de hacer las compras.

Vamos por la Av. Ricardo Balbín y vemos la bifurcación con la Av. 9 de Julio. Hacemos 3 cuadras y nos empezamos a preguntar si ese no era el punto donde se podría haber realizado en una primera instancia el fusilamiento. Seguimos por la Av. 9 de Julio hasta el lugar donde se realizó el fusilamiento.

Un joven que viene con ropa deportiva pasa caminando por el paredón de enfrente que da al club alemán.
La esquina con la Av. Brigadier General Juan Manuel de Rosas (Ex Márquez) se encuentra muy cargada.
Los autos pasan a todo lo que va. Muchos chicos entran al  Parque Escuela de José León Suárez donde el basural fue reemplazado por el Complejo Natatorio Municipal, el Centro Municipal de Educación Física -CeMEF-, el Auditorio Hugo del Carril y la Escuela de Danza, Música y Circo inaugurada el año pasado.

Vamos hacia el monumento erigido para recordar a todos los caídos durante el levantamiento de Valle. En el mismo se pueden ver varias placas recordatorias de intendentes y organizaciones peronistas. Sacamos un par de fotos y luego entramos al complejo.

El natatorio se encuentra llenos de padres observando a sus hijos en la clase de pileta. Nos daba curiosidad la escuela de danza. En la puerta un empleado administrativo apostad en la entrada nos saluda cálidamente. Algunas jóvenes esperan sentadas el comienzo de la clase. En la rampa que da al 2do. Piso se divisa alguna clase de disciplina similar a expresión corporal.

Salimos a dar una vuelta manzana. Un tanque de agua, que me comenta Frodo que provee a la zona (y lo conoce porque de niño ya lo veía con sus amigos), nos muestra el paso del tiempo con su color por toda la superficie. Pasamos unas casas de ladrillo y techo de chapa, y la puerta del CEMEF donde unos chicos con camiseta del barca y de Boca patean fuertemente la pelota. Así pasan la tarde. El tiempo cuando uno hace lo que le gusta, se detiene y corre caprichosamente. Algunas cosas parecen que no tienen principio y fin, y otras marcan una persona, una comunidad, un país. El tiempo, que caprichoso el tiempo.

Epílogo 

"Dos cafés, medialunas y tostados por favor"

...Y horas después terminamos tomando esa merienda en un bar de Belgrano en la Capital Federal. En la tele dan la final de la Champions.....Dios, como me gusta disfrutar un café en vaso de vidrio. Personalmente creo que si en un bar, el mozo te atiende con un delantal, siempre es el correcto. Placeres que nos da la libertad.  

¿Qué pasó con los fusilados? Si no lo leyeron que mejor que averiguarlo en "la Operación Masacre" de Walsh.

Solo les adelantaré lo siguiente (y como decimos en estos días, viene un spoiler):

No sobrevivieron:

Mario Brión
Nicolás Carranza
Francisco Garibotti
Carlos Lizaso
Vicente Rodríguez

Sobrevivieron a la Masacre:

Reinaldo Benavidez
Rogelio Díaz
Horacio Di Chiano
Norberto Gavino
Miguel Ángel Giunta
Juan Carlos Livraga
Julio Troxler.

"Así que una tarde tomamos el tren a José León Suárez, llevamos una cámara y un pianito a lápiz que nos ha hecho Livraga, un minucioso plano de colectivero con las rutas y los pasos a nivel, una arboleda marcada y una (x), que es donde fue la cosa. Caminamos como ocho cuadras por un camino pavimentado, en el atardecer, divisamos esa alta y obscura hilera de eucaliptos que al ejecutor Rodríguez Moreno le pareció “un lugar adecuado al efecto”, o sea al efecto de tronarlos, y nos encontramos frente a un mar de latas y espejismos. No es el menor de esos espejismos la idea de que un lugar así no puede estar tan tranquilo, tan silencioso y olvidado bajo el sol que se va a poner, sin que nadie vigile la historia prisionera en la basura cortada por la falsa marea de metales muertos que brillan reflexivamente. Pero Enriqueta dice “Aquí fue” y se sienta en la tierra con naturalidad para que le saque una foto de picnic, porque en ese momento pasa por el camino un hombre alto y sombrío con un perro grande y sombrío. No sé por qué uno ve esas cosas. Pero aquí fue, y el relato de Livraga corre ahora con más fuerza, aquí el camino, allá la zanja y por todas partes el basural y la noche.” 
Diario de la Operación Masacre



Fuentes
http://proyectowalsh.com.ar/
https://es.wikipedia.org
https://www.lanoticia1.com
https://www.elhistoriador.com.ar 
https://www.laguia2000.com
Walsh, Rodolfo J., Operación Masacre.-33.ed, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 2007.

Comentarios

  1. Espectacular! Impresionante crónica de los hechos, del libro y de nuestras visitas.
    No puedo más que agradecer.
    Y no recordaba algunos detalles, como haber respondido "¡Florida!" por vos, ja. O algunas cosas en las que vos te fijaste y para mí fueron invisibles, como por ejemplo, qué hacían algunos ciudadanos en ese momento. Muy bien.

    Puedo aportar esta vieja entrada.

    https://frodorock.blogspot.com/2015/12/los-fusilados-de-jose-leon-suarez.html

    Vuelvo a releer esto en unos días.

    Por la tricota de Mario Brión!
    Abrazo Matadón!

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    1. Gracias por el aporte mi viejo. Particularmente porque fuiste vos el que me introdujo a la historia.
      Tomamos la vieja y esperamos la nueva. Sobre todo habiendo encontrado la casa con la placa (Menos mal, no me lo hubiese perdonado en el cielo).

      Ahí te ves!

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  2. cuando estaba por copiar el enlace para dárselo chan! ahí apareció Frodo jaja... es famoso por este tema parece... yo voy a leer el libro y voy a guardarme ya esta entrada para leerla bien a la noche, tranquilo y con atención....

    mi ser peronista tiene que saber bien esta historia si o si! saludos a ambos...

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    1. Jajaaja. Frodo está en todos lados.
      Te cuento el detrás de escena del posteo. Hicimos el recorrido 2 veces: Febrero de 2013 y Junio de 2019.
      Estuvo 6 años y medio en borradores.
      Allá por 2013 leí el libro de Walsh de la mano de Frodo, lo comentamos y tiene su desenlace en este posteo.
      Como buen peronista estudiar esos años es terrorífico. Ocurrían cosas que hoy no podemos ni imaginar.

      Un abrazo!

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  3. Conocía estos sucesos por la bitácora de Frodo y, ahora, tras leer este pormenorizado relato surgido de una ruta por la historia
    de dos buenos empecinados, puede decirse que conozco los suficientes datos para hacerme una buena composición.

    Perseverancia no os ha faltado.

    Salud.

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    1. Persevera y triunfarás dice el dicho! Gracias por comentar!

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