Ahab

Las notas de este cuaderno me consumen cada vez que la vuelvo a leer. Los achaques de los años me han sumado nuevos dolores a los que acostumbraba tener con el de mi pierna fantasma. Digamos que me dediqué a un negocio donde el dolor y el sufrimiento están a la puerta del día. Y miren que he visto tifones, hundimientos, tifoideas y hambrunas de todo tipo. Sin embargo el dolor más profundo es el que siento en las tripas al recordarla a ella. ¡Mi cuerpo siente escalofríos y asco al instante que mi mente genera la imagen de nuestros enfrentamientos! 

Retrato del Capitán Ahab
Realizado por Dylan Pierpont 
(Extraído de www.deviantart.com)
¿Han sentido esa electricidad alguna vez? Paso a explicarlo, la furia es como beber agua de mar. Si bien a la larga uno sabe que está condenándose. Saciar esa necesidad es lo único en lo que uno piensa. Esa emoción es la más adictiva de todas. ¡Ohhh! que delicia el momento en que uno toma el arpón y lo arroja con todas sus fuerzas esperando que ese tiro acabe de una vez por todas con esa afrenta, con ese desafío. Y el arpón danza en el aire y se clava en el cuerpo. ¡Que delicia! Es como si la punta tuviese sensibilidad y esté conectada con mi mano. Se siente como si uno tragara el bocado de un primer bistec después de meses en altamar. 

¡Una bestia desafiando a un hombre! Se me vuelven a revolver las tripas. ¡Parece que no ha entendido esa bruta he insípida criatura que el poder no tiene que ver con la estatura! A las largas, este duelo no es muy distinto a los que se acostumbran en cualquier taberna de puerto. Si el otro se quiere ir a los puños, uno saca el cuchillo y si trae cuchillo no quedará otra que mostrar la pistola con la pólvora preparada. No me convertí en capitán profesando esas bobadas de poner la otra mejilla, patrañas. 

Esa ballena me ha insultado, no lo sabe pero sin tener la inteligencia de nosotros los hombres, ha mostrado ser muy astuta y me ha batido a duelo, un duelo que no terminará hasta que uno de los dos sea tragado por las bestias que moran en lo profundo del mar, porque si hay algo que no sabe ella es que existen monstruos más grandes que nosotros.  

La mañana está calma, la bruma y la niebla no logran divisar mucho en el horizonte. El ruido del agua es como todas las mañanas. El ondear borracho oscilante del barco no puede adelantar nunca lo que viene a continuación. Un segundo antes lo sé, lo percibo y no es mera locura. El monstruo sale de la superficie a toda velocidad, asesta un golpe iracundo en la proa del casco. Escucho gritos de marineros. Algunos son automaticamente arrastrados al mar y otros se enredan en cuerdas y sus almas descienden al infierno en ese instante al perder todo el aire. Tomo por impulso el arpón. empiezo a lanzar alaridos e insultos y veo como el Pequod dá sus últimos estertores para terminar de hundirse por completo. 

Estando en el agua fría la veo. Un enorme brillo blanco a corta distancia. Veo su rostro y parece reirse, reirse a carcajadas, jactandose de su imbatible potencia y su victoria. Apreto con más fuerza el arpón y ansío que se acerque a una distancia suficiente para poder clavárselo y terminar de una vez por todas con este duelo que se ha robado tantas noches y esfuerzos aunque me tenga que costar todo, hasta mi propia vida.

Me desperté en una playa, no están ni mi arpón ni mi pierna de hueso. Recuerdo como el sol me cegaba, no más que la rabia que consume mi interior y que parece acompañarme como una amante fiel, hasta mi amargo final... 

FIN


Comentarios

  1. Como te dije por otro medio de comunicación , sorprende que atrapaste la simbología de la ballena, que a lo largo de la novela nunca se define qué es en realidad, una metáfora de qué, digamos, si hacemos la lectura en ese plan simbólico.
    La película de Huston -esa en la que labura Gregory Peck- me parece que es la que más se asemeja a la novela aunque no vi todas, pero así y todo, el libro no lo cambio por nada, por la cantidad de detalles. Creo yo que esa novela es en sí misma Moby Dick, nuestra ballena a cazar.
    Por algo me gusta esa frase de Woody que dice en una de sus películas: "En su lecho de muerte dijo que había disfrutado de la vida y que solo le apenaba morir porque había empezado a leer Moby Dick y quería saber cómo terminaba"

    Sabías que el músico Moby es tatara sobrino de Melville? Se ve que él también entendió lo que es una metáfora, con el corte de pelo que tiene no podía fallar ajajaj
    Y hablando de música, a escuchar la canción homónima de Led Zeppelin.

    Bueno, suerte con tu propia Moby Dick. Cada uno tiene la propia, incluso puede manifestarse en nuestro interior.

    Abrazos Matadón

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    1. Necesitaba la mirada de un mobydickleólogo. Muchas gracias por tus aportes mi viejo. Sabía lo de Moby y si bien escuché la de Zeppelin (Recomendaciones tuyas tmb) la voy a volver a escuchar con otros oídos.
      En cuanto a Ahab, como vos bien decís todos tenemos una ballena. Para algunos es una persona y para otros una expectativa, logro o necesidad no satisfecha (Algunos salen a la caza de barcos, otros construyen oficinas de durlock, vos me entenderás esa referencia).
      Tengo que agarrar el original pero con los libros vengo como con el blog, el 2021 no fue tan benévolo en cuanto a demanda (Igual no es excusa. Uno asigna las prioridades).
      Ahí te ves!

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  2. Muy bueno.
    ¿Pero qué agregar después del comentario de Frodo?
    Es una excelente narración.

    Saludos,
    J.

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    1. Muchas gracias Josè! Igual siempre bienvenido a agregar si aparece el impulso.
      Un abrazo!

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