Santa Walburga y la Noche de Walpurgis


Si bien estamos lejos de Halloween, en esta festividad también aparecen monstruos y brujas. Su nombre es la Noche de Walpurgis y suele festejarse en República Checa, Estonia, Suecia y Alemania. 

Esta festividad, recuerda a la abadesa Santa Walburga. Nacida en Inglaterra en 710 DC, era hija del Rey San Ricardo el Sajón y de Winna, hermana de San Bonifacio, principal evangelizador alemán (Si querés conocer más de su historia consultá el posteo Frey, San Bonifacio y el Árbol de Navidad).

San Bonifacio, definido más tarde como "el Apóstol de Alemania" convocó a muchos de sus parientes para organizar la iglesia en el país germánico. Walburga estudió primero en un monasterio de Wessex y luego se unió a la causa de su tío junto otras religiosas de Inglaterra.

Allí se reencontró junto a sus dos hermanos, Willibaldo, obispo de Eichstätt en Baviera, y Winibaldo, que dirigió en Heidenheim, un monasterio formado por un grupo masculino y otro femenino bajo un solo abad.

Después de la muerte de su hermano Winibaldo en el año 761, Walburga se convirtió en abadesa reemplazando a su hermano difunto. Con su guía, la abadía continúo la tradición benedictina de mantener una intensa actividad religiosa, cultural y social con la población local. La abadesa se mantuvo al frente del monasterio durante dieciocho años, hasta su muerte en el 779. 

Fue enterrada allí en Heidenheim pero años más tarde sus restos fueron trasladados a a Eichstadt en la Iglesia de la Santa Cruz, ahora llamada de Santa Walburga en su honor. En 893, el obispo Erchanbold, sacó una parte de las reliquias para Liubula, la abadesa de Monheim. 
Al abrir su tumba, los clérigos mencionaron que el cuerpo estaba inmerso en un óleo  que se asegura que ha continuado fluyendo desde entonces. Esto ha originado que Santa Walburga sea contada entre los Eleaphori o santos productores. Parte de sus reliquias han sido llevadas a Colonia, Amberes, Furnes y otros lugares.
Se dice que el traslado de estas se realizó un 1 de mayo. La leyenda cuenta que la noche anterior, el 30 de mayo, las brujas volaban sobre sus escobas al Brocken, la montaña más alta de la Sierra del Harz. e invocaban al diablo en grandes aquelarres. Muchos pobladores locales buscaban librarse de los hechizos celebrando bailes y ofrendas a los santos al día siguiente evocando a Walburga como protectora.

Hoy en día, la festividad se aleja de la superstición de la magia, pero se ha hecho costumbre, disfrazarse todos los 30 de abril, subir al Brocken y encender fogatas, emulando los acontecimientos narrados.

Así que bien, a disfrutar de esta particular noche de brujas.

Comentarios

  1. Por vago no fui a buscar la historia, pero leí de esta festividad en el primer libro de la trilogía de Steig Larrson, que como sospecharás por su apellido (y no se si recordarás lo que hablamos hace tiempo) es sueco.

    Hay una similitud entre las grandes mitologías y el cristianismo, ambos se pudieron adaptar a historias, leyendas o divinidades que parecen no tener nada que ver con la ortodoxia o la idea de origen, pero con una pequeña adaptación, calan.

    Me interesa ahondar en eso de los Eleaphori u óleo de los santos

    Gracias por este resumen, mi viejo
    Abrazos!

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  2. Menos mal que ya nadie llama sus hijas Walburga... Ahora están de modas las Yenifer.

    Saludos,

    J-

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